AYUDAS A FAMILIAS CON
HIJOS CON DISCAPACIDAD
Tener un hijo con discapacidad no sólo hace mella
en la familia, en la pareja, a nivel psicológico, a nivel social sino también y
hay que hablarlo sin vergüenzas y sin tapujos a nivel económico.
Una familia con un menor de edad con discapacidad
recibe una ayuda de 1000 euros al año, repartidos en 2 pagas: 500 en junio y
500 en diciembre.
Cuando el hijo con discapacidad cumple su mayoría
de edad, pasa a cobrar una ayuda mensual, siempre y cuando su discapacidad sea
mayor de 65%:
*si el grado de discapacidad es de 66% a 75%
cobrará 318.10 euros mensuales
*si el grado de discapacidad es de 75% en
adelante, su paga será de 570.20 euros mensuales.
Estas ayudas son compatibles
con las de dependencia.
Pues bien, Aser hizo su
mayoría de edad el 5 de julio y como persona con una discapacidad mayor del 65%
le corresponde una paga mensual, ayuda que verdaderamente es para la familia “prestación por hijo a cargo”.
Las revisiones las hacen
trimestralmente, con lo que Aser comenzó a cobrar en octubre, ya que la última revisión
desde de su cumple fue el 1 de julio y no tiene carácter retroactivo, es decir,
que no cobra ni la parte proporcional de julio, ni agosto, ni septiembre.
Cuál no sería mi sorpresa
cuando recibo ayer una carta certificada del Gobierno de Navarra, con la revisión
de la dependencia:
Sigue siendo dependiente
moderado, pero ahora en lugar de cobrar 180 euros al mes, cobrará 60,
Llamo para informarme y me
contestan que ya tiene la ayuda por su mayoría de edad.
Vale, perfecto. Menudo
dineral!!!
Los gastos originados
durante 18 años han debido solucionarse con los 1000 euros anuales que nos “regalaban”.
Judith: mismo caso. Discapacidad
superior al 65%.
Todavía es menor de edad,
por lo que recibe una ayuda de 1000 euros al año.
Y sin embargo:
Silla de ruedas: 5000
Andador: 6000
Bipedestador: 2700
Hamaca de baño: 1700
Medicinas,pañales, plantillas,
dafos, revisiones etc,,,,
Es más, pregunté por los
pañales de Judith, al ser una persona gran dependiente y me dijeron que como
era beneficiaria de la cartilla de su padre y el titular, no era discapacitado
(sólo nos faltaba ya eso), pues que no, que a pagar sin ningún descuento.
Y como he dicho alguna que
otra vez, sí, vamos mendigando por la vida cuatro ayudas para que nuestros
hijos tengan una mayor calidad de vida; porque estos, también son personas y
también respiran.
Luego oyes cosas, ves cosas
y sí, me hierve la sangre!